Al clan Yagyu le quedan pocos hombres para consumar su venganza, así que prepara un ataque con la ayuda de un clan escondido: un hombre y una mujer que continuarán el clan Yagyu después de matar a Itto Ogami. Entre tanto, el ronin se encontrará con un funcionario acérrimo y recto, quien no le permitirá seguir avanzando en el camino del asesino. Y Daigoro es adoptado por una familia a la que le gusta la disciplina del pequeño cachorro y quiere enseñar a su propio hijo los modales de samurái: una amistad y dos destinos distintos chocarán irremediablemente. Cuando padre e hijo se reúnen, encuentran a un grupo de mujeres dedicado a la cetrería, pero no solamente crían halcones, el “Lobo que lleva a su cachorro” tendrá que matar nuevamente con dolor tanto para él como para Daigoro.